La nueva web de Amazon es agobiante, porque te obliga a comprar todo aquello que te interesa. Es el paraíso del capitalismo cultural, porque si uno está interesado en cierto tema… no deja de ver libros y películas relacionadas con tu lista de compras.
Creo que este cambio del modelo de negocio, que no exige tanto, está siendo desaprovechado por las pequeñas librerías. En el Encuentro algunos representantes decían que no tenían tiempo. No lo dudo. Estamos presionados por la gestión diaria y apenas tenemos tiempo para gestionar a largo plazo, pero resulta que el cambio es imparable.
De lo pequeño también hay que obtener ventajas competitivas y saber aprovechar nuestro espacio. Por ejemplo, en Madrid es complicado comprar novedades en materia de comunicación y cultura. Las grandes cadenas no tienen fondo y casi no traen novedades. ¿Dónde compro? Pues directamente en Amazon, porque las librerías madrileñas de comunicación no me ofrecen este valor añadido y confían en la intuición.
¿Demasiado pedir? Creo que no, porque la web, los wikis, las listas de correo y, en general, el fomento del criterio social reposicionan la librería en la cadena de valor. Supone una vuelta hacia la función del librero/comentarista cultural. Es un salto hacia atrás con tecnología de mañana.
