Leo en un blog la siguiente historia que transcribo (cursivas):
El ciclo de vida de la información
Paso 1
La historia comienza el pasado viernes, cuando leo una noticia en Yahoo Cine (sacada de la agencia EFE) sobre las películas seleccionadas para el Festival de Cine de Nueva York.
Paso 2
Dos días después, me encuentro sin nada que escribir en Cinestrenos.com, y decido rescatar la noticia. Eso sí, procuro darle un ángulo distinto: rebusco un poco más en la selección en la web del festival y destaco sobre todo la presencia española (Saura, Guerín y Juan Antonio Bayona). En total, no me lleva más de media hora.
Paso 3
Al día siguiente, alguien en ClubCultura.com se ve en un apuro similar al mío y encuentra mi noticia. Pero va con bulla, así que piensa que es mejor anarrosear mi texto (por Ana Rosa Quintana, célebre copista). Y añade en el titular de su propia cosecha que se van a proyectar Volver y El laberinto del fauno, pero como va con bulla no se da cuenta de que este dato lo ha sacado de una noticia del año pasado y esas películas ya se proyectaron en la edición de 2006.
Paso 4
Poco después, alguien de Europa Press llega a ClubCultura.com y ve la noticia. Y le interesa, pero también va con bulla así que piensa que lo mejor es anarrosear su texto, sin pararse a comprobar si efectivamente Almodóvar y Guillermo del Toro van a pasar o no por Nueva York.
Paso 5
En cuestión de minutos, el teletipo encuentra su camino hasta las páginas de El Mundo, La Vanguardia, Terra y, oh sorpresa, Yahoo Cine, que cuatro días después publica una versión errónea de una noticia que ya dio el viernes. Y por supuesto, ninguno de ellos se extraña que el Festival de Nueva York de pronto se dedique a proyectar reposiciones…
Y así, niños y niñas, se completa el ciclo de vida de la información. Otro día os cuento cómo se hace el yogur.
Pienso que la verdadera crisis periodística está ligada a la ética… o a su falta. Da igual la excusa (fue el becario, pobre, siempre es culpable) o la razón (tenemos prisas), porque un producto informativo sin fuentes no merece la pena. Eso, desde luego, lo tenemos que demostrar los lectores: abajo el control+C,control+V.