Agua, desarrollo y diplomacia publica

Recientemente, El Adelantado me publicó la tribuna titulado «Agua, desarrollo y diplomacia pública«.

Comienza así:

España ha curtido su experiencia democrática en torno a los grandes acontecimientos internacionales de gran visibilidad en los ámbitos de la cultura, la cooperación y el intercambio cultural. La Comunidad Económica Europea, la Exposición Universal de Sevilla, los Juegos Olímpicos de Barcelona, las capitalidades europeas de la cultura de Madrid, Santiago de Compostela y Salamanca han marcado el estilo de la diplomacia pública española y han resultado exitosas tanto por la concordia de la clase política como por la participación ciudadana. La Exposición Internacional Zaragoza 2008 marca un nuevo hito en el recorrido. Se trata de un ejercicio de diplomacia pública que coloca a España en el corazón del debate en torno al desarrollo sostenible, el agua y la cooperación internacional, que son ejes de la agenda política y ciudadana mundial. Durante tres meses, más de cien países, organizaciones internacionales y otras entidades pondrán en común las buenas prácticas en la gestión del agua y el medio ambiente mediante el lenguaje de las exposiciones: espectáculo, arquitectura, gastronomía, tecnología, fiesta y diversión. El medio es el mensaje y el mensaje está claro.