Entre los dibujos animados, los documentales a la hora de la siesta y las metáforas del lenguaje, encontramos que los animales están presentes en los libros de gestión y administración de empresas. Se emplean sus modelos de organización, sus “economías” y su capacidad de relacionarse con iguales. Nos gustan, porque contemplamos a través del ojo humano su comportamiento y pensamos que es parecido al nuestro.
Algo de esto hay en la literatura científica, que nos señala el camino de la inteligencia animal con mayores o menores matices, como se lee en este bello reportaje de Guillermo Altares. Por eso, me he animado a revisar qué estilos de liderazgo conocemos entre los animales, bien sea por la defensa de sus crías, por el mantenimiento de la unidad, la distribución de las tareas para la supervivencia o las migraciones. En cada caso, observamos que la ejecución efectiva de los proyectos depende del contexto particular y –oh, sorpresa – de ciertas dotes de creatividad ante la incertidumbre. Veamos algunos ejemplos y las lecciones que se pueden extraer de sus comportamientos.